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RADIO EFÍMERA

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viernes, 8 de febrero de 2013

Gotas quedan de los buenos Carnavales

Andar y escapar del agua era la consigna años atrás. Caminar por  Cuenca no era tarea fácil hace poco tiempo. Debía uno convertirse en un Rolando Vera para salir huyendo a veloz carrera para que el agua no moje o dañe nuestro pulcro vestir.


La caminata ligera casi nunca funcionaba,  “la presa” resultaba demasiado fácil para el cazador, el mismo que  sacaba a flote su habilidad y elasticidad para alcanzar y capturar a su objetivo.

De nada valían las excusas presentadas por el cautivo. Decir  “es que hace frío”  “me enojo verá” “solo un poquito no más”, no era motivo suficiente para dejarl@ ir. Con o sin su consentimiento el acto era perpetrado a “baldazo limpio”.

El balde vacío era símbolo de que el objetivo fue alcanzado, un trofeo para el cazador  y para quienes acolitaban a realizar aquel intrépido acto.


Presas preferidas
La banquera, el/la estudiante, el abogado y l@s chol@s buen@s moz@s, eran las presas que otorgaban mayor relevancia al acto de mojar, el resto solo era el resto.

Claro que también habían más avezados que buscaban acceder  al “infierno” de inmediato: Me pregunto ¿a quién no le ha provocado mojar a una monja?

“Ni con agua bendita a la monjita” -sabio dicho de mi madre-….
 Nunca caí en la tentación y me arrepiento.

Chicos y grandes, ricos y pobres, en ciudades y campos, todo era “un carnaval”.

En Cuenca, antiguamente era también el carnaval un enfrentamiento entre barrios, por ejemplo, el del Vado con el del Padrón; era oportunidad para sacarle a un transeúnte una pequeña cantidad de dinero, al grito de agua o peseta; en fin, el carnaval se prestaba para mejorar las relaciones entre vecinos, con el envío de potajes de una casa a otra o para dar inicio a una relación amorosa entre una parejita del barrio (Cordero, Juan).

El llamado "A.B.C"

  Los Instrumentos
 Baldes, ollas, lavacaras, canecas de pintura (las recomiendo) y otro tipo de recipientes con cavidades profundas fueron utilizados. Jeringuillas, mangueras, chisguetes o las famosas bombas de agua de distintas marcas. La elección de la marca dependía de a quien se iba a mojar para preparar el material: Zaruma para el común de los mortales y Payaso XXL para quién no era del completo agrado.
 Carnavales fragantes los de antaño. Contaban que solían utilizar perfumes, talco o los huevos, que delicadamente se vaciaban para rellenarlos con agua perfumada.

Los preparativos eran verdaderas ceremonias. El jueves previo se realizaba “el jueves de compadres”, tradición que todavía se conserva.


  La Recompensa

Creo que algo que se distingue aún es la gastronomía. Hablar del “Mote Pata” es hablar del más exquisito de los potajes. Dos  al hilo o tres platos, es la dosis recomendada.  Si quiere más, queda bajo su responsabilidad. Claro que en familias numerosas comprar un “chanchito” es la solución para alimentar al “batallón”

Dulces de todo calibre: de leche, de higo, de durazno, de sobras del otro carnaval, etc.

Pan de huevo, mestizo, rodillas de Cristo, de cebolla, duros, blandos, aplastados, todo se vale, con tal que cumplan su función de quitar el hambre.


Finalmente para asentar el chancho, quitar el frio y empezar el baile se sugiere beber las siguientes “pócimas”

- draquesito (agua caliente mezclada con aguardiente) o un sabroso

- canelazo (agua caliente, canela, azúcar, naranjilla y sangorache)

- un Gloriadito (almíbar de alguna fruta mezclada con agua caliente)

- “Punta” (licor de caña) si las posibilidades económicas no dan, (ojo donde se la compra)


Empecé escribiendo sobre cómo fue el carnaval y la nostalgia me llevó por otros caminos.
El tiempo nos  ha transformado, nos hemos vuelto seres mucho “más cultos”, o las tradiciones se han transformado. Poco queda y ese poco hay que disfrutarlo y exprimir sus últimas gotas.



¡Seamos, vivamos, sintamos!

Aunque quede luego como harapo,

Como fruta exprimida,

Como “puchu” la vida

                                                        

Emmanuel Honorato Vázquez



BIBLIOGRAFIA

-Cordero,Juan 
-Sandoval, Patricio, “Carnaval”,  en Últimas Noticias, Quito, 16 de febrero 2007,